Reloj, no marques las horas

          Bueno en mi caso sería celular no cambies tus números, aunque le canté no me hizo caso y cambio muy rapido de las 7:00 a las 8:00, hoy me levanté tarde por andar pensando en la inmortalidad del cangrejo (en cosas que realmente ni valen la pena) por que ni resolví nada, después de estar ahí, empecé a hacer mi ensayo, se me fueron las ideas no se a donde, al cerro, a la calle, no sé, puse un mega choro. Y me dormí bien tarde.

           Ya cuando salí, si... tarde, pero peinada fui leyendo una nueva leyenda, pero esta si ¡fue real! o sea si se donde fue, yo pasé por ahí es en la calle de Donceles, hasta una placa hay, ¿Qué tal? ya cuando llegué a la plaza Loreto no vi a ninguno de mis compañeros, si me da mucha pena meterme tan tarde me senté en una banquita, y pensé no me ire de pinta, me voy ¡a un museo! y a las 11:00 regreso para entregarle el ensayo a Yeimi.

          El hombre propone, dios dispone, viene el diablo y lo descompone. ¡Así me paso! tuve que irme a surtir, las perfumerías están a dos cuadras de la escuela, lo malo es que ya había tanta gente; al salir con mi mochila, mis tres bolsas/bultos pensé en ya no pasar, parecía como en una obra de teatro decía Susana Alexander: Judia errante, por tanto que traía encima.

         Llegué al salón y surprise, había examen, me aguante la pena, me pasé, le entregué a Yeimi el ensayo y me dio el examen para entregarlo el lunes, el pasado no me lo dio, haber que tal me fue, vi a Jesús concentrado en su examen, pero como yo traía mis bolsas tenía que seguir mi camino como buena judía errante. Me fui rapido.



           

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