El principio del fin

     Hoy como casi en todo el curso me levanté tarde, creo que mi cerebro trabajo demasiado ayer con tantas matemáticas, o será que mon coeur ya sabe que se acerca el fin y no quería sentir lo que sintió cuando el profesor se despidió del grupo.

    Sonó la alarma, pero tenía tanto sueño que lo apague y me volví a hacer rosquita con mi cobija, ya cuando sentí que había dormido mucho me desperté, recordé que era sociales pero ni aún así me dieron ganas de apurarme, ya cuando estaba por salir mi roomie me dice: ¿Que horas son estas de irse a la escuela? le dije: bueno, tu tampoco te has ido, que me responde: No tengo hora de entrada. Ouch.

     Pensaba irme vestida como siempre... pandrosita, pero era el última clase de sociales, solo me fui despeinada, como no tengo plancha me puse una chamarra encima de la blusa, ya que la blusa no está arrugada, no, esta arrugadisíma; pensé a final de cuentas lloverá, ni me la quitare.

    El metro me toco bien lleno, como ya era tarde y no tenía mucha prisa por llegar, esperé al metrobus; al llegar a la escuela, me voy fijando quien está en los pasillos, volteo a la dirección y veo al de sociales, pensé chin, ya me vio, me regreso y le dije: si nos toca con usted; si entré, el salón medio vacío, cada quien repasando. Hoy no fue Adri, Jesús, Montse, Marú. Y no tenía con quien hablar, en eso que llega Tere, ¡ehhh! Me dice Tere: no se si hace calor o soy yo, respondí: hace un buen pero yo no me quito la chamarra por la pena, ya que calor si tengo. Fue más el calor que mi pena.

     A la hora del receso fue bastante extraño, ya que me fui con Alisson y pues es raro, me contó Daniela que ya esta harta de los sandwiches, que durante los tres meses que duro el curso eso fue lo que comió, yo hasta gorditas de pollo probé.

     Marco dio su última clase, nos hablo de la reforma educativa a grandes rasgos, de la reforma fiscal y se despidió de nosotros, también nos dio unas palabras, se termina el curso, levantarse temprano, sacrificar cosas, soportarlos por 136 hrs (¿tan poquitas?) y me llego la nostalgia. Los voy a extrañar mucho a todos, menos a David a él no.

Cada persona que llega a nuestra vida es por una razón, algunos vienen a enseñar y otros vienen a joder.